KiAi 気合

 La naturaleza en su manifiesta sabiduría ha desarrollado de forma intrínseca el KiAi en los animales. En los rituales de apareamiento, éstos hacen un alarde de poderío para impresionar a las hembras y a los otros machos. Una de las manifestaciones más sorprendentes es el rugido –sobre todo en los grandes felinos- entre ellos las conflagraciones son simples demostraciones y no conllevan graves lesiones. A los seres humanos sólo nos da un Kiai, el llanto al nacer, que nos abre los pulmones y nos da la vida. Para conseguir este hermoso legado nos hemos de esforzar mediante de un arduo y prolongado entrenamiento que solo se logra con las Artes Marciales Esotéricas. En éstas se considera el ejercicio más misteriosos e importante.
     En Japón se habla del Kotodama como el “Espíritu del Habla” o el “Poder del Lenguaje”, para describir el poder intrínseco de ciertos sonidos.
     Desde las antiguas escuelas de artes marciales en la India se hablaba del Kotodama (el Mantra Ta) y de su poder para luchar contra hombres o demonios[1], en Occidente su ocultismo atrajo a muchos adeptos.
     La palabra KiAi se compone de los siguientes kanji: 気 (Ki): Espíritu, Energía y el kanji 合 (Ai): contracción del verbo AWAZU (Proyección, Unión, Armonía.) Entonces KiAi se puede traducir como: Proyección del Espíritu o la energía vital. Por lo que antes de entrar de lleno en el KiAi nos concentraremos en el Ki.

“EL KIAI, EL GRITO QUE MATA Ó DA VIDA.”

     La tradición esotérica nipona le atribuye el poder de concentrar el espíritu del Sensei hasta el punto de proyectarlo sobre un objeto o persona deseada aniquilando su voluntad y así subyugarla hasta desmayarla ó al contrario, reanimarla, si está en shock.
     Nos narra la leyenda nipona de hechos extraordinarios, por ejemplo: “Un experto Sensei en KiAi podría fulminar a unos pájaros posados en una rama y éstos tomaban vuelo otra vez después de un segundo KiAi. Un Sensei de Kendo, famoso por su KiAi, lograba hacer creer a su adversario que estaba amenazando por varias espadas y no podía distinguir la verdadera”; realidad ó ficción: eso depende del grado de evolución espiritual de cada uno, el Tao le King nos dice:
“Cuando el hombre superior escucha hablar del Tao.
Trata de seguir el camino.
Cuando el hombre medio escucha hablar del Tao.
Confunde el camino con el sendero.
Cuando el hombre inferior escucha hablar del Tao.
Estalla en estruendosa carcajada.
Si nadie riese, no indicaría la grandeza del Tao”.
Tao Te King.
     El KiAi existe, no cabe duda, se usa en las Katas (Kime-No-Kata), en las técnicas de reanimación (Kappo). El KiAi también es considerado como la energía latente del Universo, el Tao de los Chinos o el Pranha Hindú. Siguiendo esta teoría, la práctica del KiAi, nos permite dominar este poder cósmico haciéndonos uno con él: “si eres uno con el universo nada de lo que haya en él le podrá dañar“. Los métodos utilizados son numerosos y todos los grandes Senseis del pasado los asimilaban a su disciplina guerrera.
     Para obtener la maestría en el dominio del KiAi es necesario un entrenamiento metódico, no solamente a través de numerosas sesiones, sino a través de una iniciación particular. Muchos campeones de las artes marciales, perdieron tiempo y esfuerzo sin obtener otra cosa que una buena coordinación muscular, velocidad, fuerza y reflejos agudos; pero sin lograr el Arte Total. Pocos logran descubrir la sutileza y el poder del KiAi: el vacío interior; la disponibilidad permanente que permite la acción inmediata en el momento adecuado; la premonición de las estrategias y los ataques, para así dominarlos.
     Desplazamientos ligeros y comandados por los Ashi-Sabaki (足捌き), recuerden que la mejor defensa es no estar donde está el golpe. Los nervios relajados, están listos para responder al primer estímulo. El espíritu, como el cuerpo, libre de preocupación, quieto, pero vigilante.
     En el combate, a cada instante el Sensei se amolda a su oponente hasta el punto de estar en total y perfecta comunicación con él. Los dos cuerpos, los dos espíritus, se funden en uno. El adversario más fuerte, es decir, el que mejor domina el KiAi (haciéndolo más flexible, más rápido y vigilante) lleva el combate. En el momento en que el equilibrio entre los adversarios se rompe, igual que un rayo, sin el menor titubeo o la mínima duda, se ejecuta el Atemi proyectando el Ki y así se asesta el golpe definitivo.
     La respiración juega el papel protagónico. El Uke Pasa a Tori y arremete al final de la inspiración, con una brusca y corta exhalación que se debe hacer coincidir con el final de la espiración del Tori.
     Recordemos que el momento de mayor debilidad de un contrario es cuando finaliza su ataque y aún no ha preparado su defensa. Por eso recomendamos la ejecución del Kiai siempre en un contragolpe. Este estallido, provoca a menudo una descarga respiratoria espontánea, un grito seco, poderoso, que parece salir de las entrañas del Tori.
     Cuando usted logra el ataque preciso en el momento adecuado con una técnica depurada y un poderoso Kiai, el Uke registra el sonido provocando una reacción en cascada que desemboca en una catarsis con los siguientes síntomas:
    Inhibición nerviosa y cardio-respiratorio.
    Un despertar en el inconsciente de los principios instintivos.
    Desconexión nerviosa con la corteza cerebral y aumento de la emotividad (a nivel del tálamo).
    Perturbación del equilibrio neuro-vegetativo.
    Crecimiento de los fenómenos inhibidores.
    En conclusión es el lenguaje del inconsciente, el inconsciente del Tori ordena mediante su Ki, exteriorizado con el KiAi, por vía nerviosa al Uke, la afirmación inequívoca de un ataque irresistible.
    Éste lo recepciona como que ha sido derrotado, sin dar tiempo al cerebro de reaccionar. Cuando el conciente y sus mecanismos de defensa se restablezcan, ya será demasiado tarde, el combate habrá terminado. ¡El Kiai ha permitido ejecutar el ataque perfecto!

CLASIFICACIÓN DEL KIAI.

     Musashi Miyamoto realiza su análisis de acuerdo a su momento de ejecución, nombrándolo SEN GO NO KOE (grito de antes y después):
Sho KiAi (初気合) KiAi inicial: muy fuerte para intimidar al adversario (vocalización EEIIIT).
Chu KiAi (中気合) KiAi intermedio: en tono grave y surgiendo como un rugido desde el bajo abdomen. El sonido podría ser: TOOH.
Go KiAi (後気合) KiAi final: grito fuerte para proclamar nuestra victoria. Puede pronunciarse de disímiles las formas: YAH ó YOH.
Kensei (名前)[2]: es una clasificación especial porque no tiene que ver con el antes o el después sino con la forma de realizarlo, no necesariamente es un grito como tal, normalmente es inaudible, sino un sonido fluido similar a: UHMMM y que para su ejecución requiere un mayor enfoque mental.

¿DE DÓNDE VIENE EL KIAI?

    La tradición exotérica japonesa ha desarrollando el Kiai a través de prácticas que siempre ha ocultado de la vista de curiosos y que sólo se ha trasmitido en los claustros de los monasterios. A lo largo de siglos en estos monasterios se fueron fundiendo creencias y religiones por lo que podría decirse que las prácticas espirituales de los Buchi (ブチ)[3]–como el KiAi- se produjeron mediante la fusión de tres grandes ramas religiosas: Taoísmo, Budismo y Sintoísmo. Esta fusión dio como resultado las prácticas del "Ninpo Mikkyo".

 


[1] Recordemos que en Oriente son muy espirituales y creen en demonios que nos atacan.

[2] Esta clasificación no es de Musashi Miyamoto.

[3] Antiguos guerreros feudales del Japón.